jueves, 19 de junio de 2008

DIARIO DE GUERRA Entrada 003.

SE ACABO LA HUELGA, esa de los transportistas que ha alterado tanto a esta España que solo lo suele hacer en la final del Gran Hermano o de la Champions League (antes se decía Liga de Campeones y tan ricamente). Desde mi puesto de mando asignado en la Nave Mundo contemplo asombrado como la estupidez humana me pilla siempre por sorpresa a pesar de que, supuestamente, poco puede hacerlo a estas alturas.

Así pues, en mi turno de vigilancia y con tiempo por delante, se me pide que de mi opinión sobre la huelga de transportistas. ¿Qué quieren que les diga? Pues que la culpa es de todos, y que se veía venir desde hace años, pero como siempre, no se hace nada hasta que es demasiado tarde y ya no se puede conseguir nada, valga la redundancia. La huelga ha sido un fracaso, el Gobierno ha fracasado y se han rendido los de siempre. Explico. Desde hace eones se dice que depender del precio del petróleo es lo peor que le puede pasar a un país, y a España esto le viene ocurriendo desde siempre, ya que es incapaz, por culpa de ineficaces gobernantes, de crear propuestas alternativas energéticas y depende por completo del capricho de déspotas que suben o bajan el precio del barril de crudo según quieran comprar un palacio nuevo o adquirir armas para su ejército personal. España, junto con el resto de Europa, se ha mostrado carente de inteligencia y no puede, o no quiere, estudiar otros modelos diferentes para producir energía. Existen los medios y la tecnología para erradicar el consumo de petróleo: energía eólica, solar, tectónica, eléctrica, nuclear…, pero no, tenemos que utilizar la más cara, la que más contamina y la que más nos hace depender de tiranos y miserables.

En la escalada imparable de precios que lleva el petróleo desde hace años, se veía venir que ocasionarían problemas a los sectores que dependen del crudo para trabajar: taxistas, transportistas, pescadores, pilotos, repartidores… ¿Por qué entonces ningún gobernante español ha tomado medidas de antemano? ¿Por qué Europa no corta de una vez con la dependencia del petróleo? En España tengo respuesta: porque nuestros políticos son asnos que no saben ver más allá de sus narices, parásitos mentirosos que causan más problemas de los que solucionan. En cuanto a Europa, lo único que se me ocurre es que están divididos y cada uno barre para su patio. Por esto, no se le puede pedir al Gobierno español que baje el precio del gasoil. Es absurdo, no esta en su mano, pero sí se le puede recriminar que no haya tomado medidas de antemano. Además, en España no sabemos hacer huelgas, y las de este tipo terminan siempre a palos, pedradas y cosas quemadas. Desde el primer día de la huelga el Gobierno debía haber previsto lo que iba a pasar y actuar en consecuencia, pero no lo hicieron porque se pensaron que los manifestantes eran como ellos: “progres”, “gente del pueblo y socialistas”. Ja, ja, ja, ja…

Mucho hablar del pueblo, del socialismo o liberalismo, pero en el fondo (y no tan fondo) solo nos movemos por el vil dinero. ¿Por qué se han manifestado los transportistas? Por dinero, porque no ganan lo suficiente, y no se han movilizado ni por el bien de la sociedad, ni de España, ni para acabar con el hambre mundial; no, lo han hecho por sus bolsillos, por un margen de beneficios ¿Hay algo más capitalista y burgués que eso? No me vengan con el cuento del pueblo o socialismo, señores políticos o manifestantes, que desde aquí huelo su hedor hipócrita. La subida del petróleo no es nueva. Accediendo a los archivos de memoria de la IA de la Nave, compruebo que en los años 70, 80 y 90 del siglo XX ya hubo crisis parecidas, así que era muy fácil de predecir que algo similar volvería a ocurrir.

Los transportistas han pecado de ciegos y egoístas, y han actuado tarde contra las subidas del gasoil y los problemas que de ello derivan. Cuando hace bien poco tenían múltiples transportes y llevaban ladrillos, vigas, comida y todo tipo de productos, y especulaban comprando camiones y monopolizando el sector a pesar de que la UE lo prohibía, no protestaron, ni dijeron nada sobre la creciente subida del petróleo, ni se fijaron en las crisis que se producían en otros países. A ellos no les importaba, porque ganaban dinero a espuertas y con facilidad, y por eso les importó un pito todo lo que no estuviera relacionado con sus barrigas y negocios. Tendrían que haber ido a la huelga y tomado medidas mucho antes, en plena bonanza económica; entonces habrían pillado por los huevos a empresarios, Gobierno y constructores de inmobiliarias, y los habrían obligado a conceder prebendas y llegar a acuerdos útiles que bien hubieran servido para paliar en mucho lo que ahora acontece por estos lares. Pero, una vez más, intentan actuar cuando ya es demasiado tarde. ¿Qué pueden conseguir ahora en plena crisis? ¿Qué el Gobierno bajé el gasoil? Imposible, no puede. ¿Qué se fije una tarifa mínima? Imposible, la UE lo impide y además es competencia desleal. ¿Ayudas? En crisis, ya me dirán de donde se saca el dinero. Señores, la han cagado a base de bien.

Por si fuera poco, la huelga viene mal y tarde, los transportistas tomaron como rehenes a los sufridos consumidores y a la sociedad en general, y ahí volvieron a cometer un error terrible, cuanto que perdieron de inmediato la simpatía del pueblo y donde antes gozaban de la compresión y paciencia, ahora tienen odio y desprecio, todo ello ganado con justicia. Los piquetes, palabra horrible que ya de por sí incita a la violencia, no salen a informar (eso puede que lo hagan unos pocos), sino a destruir, pillados con las manos en el delito (y con tijeras, navajas, cuchillos y cócteles incendiarios) por reporteros mercenarios a sueldo del Estado o de la oposición. En fin, que los que sufren siempre son los asediados consumidores, que desde casi el primer momento pusieron en la picota a los huelguistas y, por eso, estos perdieron la batalla y sus reivindicaciones. Se han rendido las patronales, los grandes sindicatos, los que cobran jugosos sueldos por luchar por los derechos de los trabajadores, los mercenarios a sueldo del Gobierno como CCOO y UGT. ¿Qué han obtenido? Migajas del Gobierno, desprecio por parte de la opinión pública y palos de la Policía que ha tenido que lidiar como si esto fuera la revolución de cuando el Celta de Vigo casi baja a segunda por desfalco monetario, que para aquello sí se movilizó la sociedad en conjunto.

En resumidas cuentas, señores míos, que mucho ruido, mucho camión quemado, mucha sangre e incluso un muerto para nada, para dejarlo todo como estaba. Los autónomos amenazan con más huelgas salvajes, pero siendo pocos y enfrentados entre sí, sin el apoyo de la opinión pública, ya no son nada. Ahora se les unen los agricultores, pero eso del campo nos “pilla muy lejos” y los taxistas (¿pero a alguien le importa realmente que los taxistas vayan a la huelga? Si de toda la vida viajo en Metro), vamos, que en época de vacas flacas todos pretenden pillar cacho y ayudas del Estado. No, si lo que digo, que la estupidez en España se regala, visto que todos andamos muy sobrado de ella. Pero los dejo, porque la IA, a la que llamo Thais, me informa que un portal dimensional se ha abierto en Getafe por culpa de la maldad que allí impera, y puesto que estoy de guardia, me toca bajar a tierra y despachar a los entes que surjan por ese agujero. Me despido mientras preparo las armas y el equipo. Acudo a la llamada de la batalla. Soy LOBO, y puede que este sea mi último informe. Fin de la entrada 003.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La entrada está bien, pero discrepo en un par de puntos respecto a lo que comentas en la misma.

1.- El liberalismo forma parte del capitalismo. No pude tachar una sociedad de capitalista y decir que no es liberal. Al revés sí, se puede ser liberal y no capitalista, pero todo capitalista es liberal. El capitalismo es el liberalismo llevado al extremo.

2.- El decir que una huelga no sale bien porque no recibe el apoyo del pueblo también me parece erróneo. Nunca una huelga va a recibir el apoyo del pueblo, porque este está tan alienado que cualquier cosa que repercuta a la monotonía de su vida le parece mal. Ya sea una huelga o una obra de la calle. La cuestión es que si le rompes la monotonía, la reacción es encabronarse sin saber si al final representará un beneficio para el mismo.

Y 3.- La justificación de algo general con un situación personal también hace decaer el argumento. Lo digo por el tema de los taxis, aunque tu uses el metro, muchísima gente usa el taxi porque recordemos que nos hacen creer que somos "clase media-alta" y eso del metro es para pobres.

Anónimo dijo...

Por cierto lo que quería decir en el punto 1, es que un pueblo liberal también se mueve por "el vil dinero" como tu dices. En otras palabras, es una contradicción lo que has puesto ya que ser liberal y moverse por el dinero es lo mismo.