martes, 2 de septiembre de 2008


DIARIO DE GUERRA. Entrada 011.

¿DONDE ESTÁN? Es bien sabido que todo cambia para volver a ser igual, y que no hay nada nuevo bajo el Sol, tan solo son novedad los nombres. Esto viene a cuento porque, sin comerlo y sin beberlo, cuando todo el mundo esta sumido en una terrible crisis financiera (que es más que eso, porque también hay crisis moral y de identidad), con los mercados financieros convulsionados y día sí y al otro también abriendo las jornadas con perdidas, con la gente pidiendo a gritos un cambio y basta ya que chupen del bote los mismos de toda la vida, ahora nos vienen los de siempre, Atenas y Esparta… perdón, quería decir, Estados Unidos y Rusia, con una nueva guerra fría. Que conveniente, que casualidad, que del menú, como se diría en ciertos países latinos. De repente, ya nadie se acuerda de la crisis, de la subida del paro, del precio de los tomates y la leche, de la contaminación y el calentamiento; no, porque de nuevo, hay que repetirlo, los de siempre lucen sus grandes, pero atrofiados, músculos. Pero no vamos a hablar de lo “oportuno” que ha sido para los políticos, ricos y poderosos esta nueva “guerra fría” o de lo rápidamente que los medios de comunicación han “olvidado” los temas que nos interesan para pasar a no dejar de hablar las veinticuatro horas de la más rabiosa “actualidad”. No, hoy voy a hablar de una clase de animales que han debido perecer por la extinción, porque no hace mucho, hará unos seis años o así, abundaban, pero ahora están prácticamente desaparecidos.

¿Dónde están, pues, todos aquellos que se manifestaron por la guerra de Irak? ¿Dónde están, la Pilar Bardem, el Gran Wyoming, Guillermo Toledo, Juan Diego, Concha Velasco, Javier Bardem, Ana Belén y otros, los de las pegatinas y las pancartitas? ¿Todos aquellos que hicieron tantas apariciones estelares en televisión o galas de entrega de premios, con sus frases manidas, de libro, con su ferviente deseo de acabar con la guerra? ¿Dónde están, pues, todos estos mercenarios sectarios, ahora que Rusia ha invadido país y provocado una mayor tensión mundial que la de Irak? Porque vamos, que yo sepa, los rusos en su “paseo” militar han provocado la muerte de miles y miles de soldados enemigos y no digamos los miles de civiles, con niños masacrados por los misiles rusos, desvastados los campos y pueblos por donde han pasado, demoliendo casas y destrozando puentes e infraestructuras. Que yo sepa, la ONU, esa marioneta de las dictaduras y multinacionales, ha declarado la invasión de Georgia “ilegal”. ¿Dónde están los de las manifestaciones del “no a la guerra”? Pero es que han desaparecido aquí y en toda Europa, porque no ha habido una sola manifestación en contra de Rusia hasta el momento. Una respuesta contundente por parte de los USA y la ONU, pero que se queda en nada, como siempre. Y se trata de una invasión para controlar recursos nada menos. Primero vamos a liberar a los georgianos, y de paso, nos anexionamos por la cara unos territorios ricos en petróleo y oleoductos, pensaron los rusos. ¿Cómo, una guerra por el petróleo? ¿Y los de las pegatinas y pancartitas sin echarse a la calle? Pero, señores actores, señores periodistas, señores del PSOE e IU, señores borregos y borregas del populacho, ¿a qué esperan para manifestarse de una vez?

Ay, debe ser que les ha pillado en verano, y claro, los de las pegatinas y pancartitas no ven el telediario en verano (ni leen el periódico), y si ven un canal de televisión o leen un periódico, deben ser aquellos que son afines a su secta. Sí, lo digo por el grupo PRISA, más claro agua. Porque en sus primeras planas no hay noticia alguna sobre el ataque de Rusia, en todo caso allá en el fondo del diario o como anécdota en el telediario. Hay que ser coherentes, señores y señoras de las pegatinas y pancartitas, estimados borregos y borregas, y si se lucha por la paz, hay que hacerlo tanto si el que agrede es Estados Unidos, Rusia, Irán o Calahorra, como cualquier otra nación. Pero en esta sociedad hipócrita de culos gordos, estómagos saciados y miseria moral, esta muy de moda tirar piedras contra el propio tejado, poniendo muy fácil el atropello y los abusos por parte de otras naciones llamadas no occidentales. Es muy fácil rasgarse las vestiduras para acusar a USA de invasiones “ilegitimas”, de encarcelamientos dudosos o de no ejercer los derechos humanos, pero cuando se trata de Rusia, Irán, China o Angola, por ejemplo, estos mismos fariseos que antes se rasgaban las togas y mesaban las barbas desaparecen y no dan señales de vida. Quizás por que para las mencionadas ocasiones no reciben subvenciones para comprar pancartitas y pegatinas y, claro, la crisis achucha que es una barbaridad.

El borrego en España esta en vía de extinción, desplazado por la nueva especie: la garrapata hispánica de panza oronda, que se encuentra así por haber chupado (y seguir chupando) de los fondos, ayudas y subvenciones públicas. Según las garrapatas, el mundo ahora es un lugar mejor gracias a que antaño salieron a la calle para manifestarse contra los abusos de una decadente y capitalista sociedad. Poco importa lo que haga Rusia, que mate a miles de civiles, que encarcele a otros miles en esas cárceles infrahumanas con una mortandad del 80% en el primer año, a merced de los abusos tiránicos de los carceleros; no importa que en China se ejecute a miles de presos al año mediante macro juicios amañados, donde los derechos humanos no se ejercen y la libertad es aplastada mediante una curiosa mezcla de capitalismo y dictadura comunista de pachanga; no importa que en África haya guerras tribales de exterminio y que países como Francia, Rusia o China hagan su negocio con la venta de armas; no importa que en Irán se mate mensualmente a decenas de mujeres o homosexuales mediante lapidación o ahorcamiento por llevar vida “frívola” y escandalosa a ojos de Alá; y así multitud de ejemplos. En fin, la garrapata hispánica, bien sujeta al pelaje del borrego que va desapareciendo consumido por la sangría constante y el abuso de alcohol, drogas y la vida ejemplar del ciudadano en la democracia española, ya no sale a la calle o aparece en televisión con pancartitas y pegatinas, porque el mundo es un lugar mejor, más sano, guay y fresco, tal si fuera un anuncio de compresas.

Garrapatas hispánicas, borregos y borregas, que os den a todos por donde el Sol rara vez broncea excepto en elecciones, que se abre a base de bien. En la Nave Mundo no olvidamos, ni perdonamos, y todo lo guardamos para el momento de la Llegada y posterior retribución. Vuestra miseria será adecuadamente recompensada, no lo dudéis. Fin de la entrada de guerra. LOBO.