martes, 14 de octubre de 2008

PARECIDOS RAZONABLES por el Bardo Galactico


Desde mi cabina, toco mi harpa y canto canciones, ya que si empiezo a hablar de la crisis, colapso la entrada de mi querido LOBO. Habréis de esperar un par de dias para que os diga lo que yo pienso..que da para bastante...pero os dejo con un regalito: un avance de una gran seleccion de PARECIDOS RAZONABLES sacadas de toda la red. Este es mio, copyright mine! disfrutadlo.

domingo, 12 de octubre de 2008

DIARIO DE GUERRA. Entrada 014.

Crisis, ¡CRISIS!, de cobardes, hipócritas y lameculos. Tiberio Sempronio Graco fue un notable y famoso político romano del siglo II a. C., nacido en el año 164 a. C. y muerto en el 133 a. C., miembro de una de las familias más nobles y antiguas, los Gracos. Sempronio Graco, como todos los políticos de la época, tuvo que pasar por una etapa militar, forjándose en uno de los campos de batalla más duros de la época: el solar hispánico. Cosechó una serie de triunfos ante las tribus y pactó una honrosa paz, pero el Senado, arrogante, desechó el pacto y lo rompió declarando de nuevo la guerra a las tribus hispánicas. Tribuno de la plebe desde el 10 de diciembre de 134 a.C., desde este cargo quiso solucionar el problema agrario y mejorar la desastrosa situación del campesinado itálico, implantando una serie de leyes que no fueron muy bien recibidas por la mayoría del Senado. Propuso una lex agraria que permitiera el reparto de tierra procedente del ager publicus entre los ciudadanos más pobres; la experiencia de Tiberio en Hispania así como -según reveló su hermano Cayo- la situación del campo en Etruria, donde la esclavitud estaba muy difundida, fueron las causas principales que explican sus revolucionarios proyectos. Propuso, entre otras cosas, limitar las tierras que una sola persona podía poseer, para así evitar el abuso de los ricos ante las familias pobres, y luchó por los derechos del pueblo y el campesinado con fervor. Eran propuestas razonables y coherentes con las leyes Licinias aprobadas dos siglos antes, pero Tiberio cometió el error de conducir el proyecto desde una postura de demagogia y radicalidad, una actuación populista y callejera que contrastaba con su posición social y su refinado estilo de vida. Tiberio Graco murió asesinado a golpes el día que se presentaba a un nuevo mandato, cuando un grupo de exaltados senadores y hombres armados, encabezados por Escipión Nasica, masacró entre 200 y 300 seguidores de los Graco con mazas y estacas, en el espacio abierto del templo capitolino. Tiberio murió de un mazazo en la nuca. Su cuerpo fue arrojado al Tíber, negándosele toda sepultura. El pueblo, ese pueblo por el que tanto luchó, no levantó ni un dedo para defenderlo, y tras su muerte, corrió a saquear su casa. Graco fue de los primeros en luchar por los derechos de los obreros, de los campesinos y los pobres, y pagó con su sangre la lucha que desde entonces la clase obrera lleva realizando.
Ahora se me dirá a que viene esta pequeña lección de Historia para hablar de la crisis que azota a España. Bueno, tal vez no tenga nada que ver, o tal vez sí, juzguen ustedes mismos. Zapatero, ese soñador ingenuo que bien mintió durante las elecciones pasadas al negar una y otra vez que estuviéramos en crisis o que el país fuera a entrar en ella, declaró el otro día en unos de esos congresos para sectarios que la culpa de la crisis en España la tienen Ronald Reagan, Aznar y Mariano Rajoy, y uno no sabe si reír o llorar ante semejante estupidez escuchada. Que diga lo de Aznar lo comprendo, porque parte de la crisis se basa en el desplome del sector urbanístico, sector que fue impulsado por el gobierno de Aznar con una lamentable visión de futuro y para mayor disfrute de empresarios, corruptos y políticos, sin importar destrozar playas, parques, reservas o lo que fuera menester con tal de engordar el bolsillo de los ricos y poderosos. De esto no se libra nadie, pues ya todos los partidos chuparon, chupan y chuparán del mismo bote, pero sigamos con lo que nos interesa, porque lo de Reagan y Rajoy no tiene precio, pues el primero ya me dirán ustedes que pinta ahora y el segundo ni tan siquiera ha ganado las elecciones. Zapatero echa la culpa de la crisis a cualquiera antes de admitir que él es el máximo responsable por ser presidente del Gobierno, pero ya sabemos que este es un país donde nadie asume responsabilidades y las culpas son siempre de los demás. Sin ir más lejos, a día de hoy todavía nadie se siente responsable por los atentados del 11-M o por la traición que supuso a España el vil pacto con ETA. Y si nadie es capaz de afrontar con valor su responsabilidad, no digamos ya dimitir o buscar una salida honrosa.
Zapatero vive en otro mundo, el de Bambi y los fumadores de marihuana, alejado de lo que es la realidad cotidiana del español de a pie que, no olvidemos, también tiene su parte de responsabilidad en la crisis, pues ya España es un país reactivo, no preventivo, que solo sabe reaccionar cuando le dan golpes y esto, amigos míos, es síntoma de que el español es incapaz de afrontar tan siquiera lo que va a pasar al día siguiente. Zapatero ha negado una y otra vez la crisis, y ahora que no la puede negar, se empeña en decir que la solidez financiera española es de las mejores del mundo, pero me temo que eso es auto engaño y otra manera más de mentir al electorado. Rajoy tampoco es capaz de solucionar esta crisis, pues se empeña en crispar, en no aportar soluciones y en volver al mismo cuento del mercado inmobiliario, y habla que con su partido esto no hubiera pasado, pero tanto el PSOE, como PP, IU, ERC, PNV y otros han sido los culpables, pues bien que han permitido que esto ocurriera, ya fuera a nivel comarcal, regional o nacional. Pero todos se equivocan, o nos engañan, o miran para otro lado, porque la crisis en España no esta solo en el mercado inmobiliario, sino en todas partes. La agricultura se basa en un campo arruinado, sin medios ni ayudas ya por parte de la Unión Europea, con un lastre importante por parte de los agricultores españoles y una vergonzosa política de pagar por no trabajar. La flota pesquera esta en mínimos, con barcos antiguos y tripulaciones envejecidas abandonadas a su suerte por gobiernos que les niegan ayuda, y de ser una de las principales flotas del mundo ha pasado a ser de las peores; para colmo, ahora con el azote de la piratería. La ganadería sobrevive en el norte y un tanto en el oeste, pero ya hace muchos años que cayó en una recesión de la que todavía no ha salido. La crisis en el mundo laboral es patente, pues no se han efectuado grandes políticas sociales encaminadas a modernizar las empresas, a formar trabajadores y a cambiar graves abusos que siguen afectando a los trabajadores o empresarios por igual. La enseñanza en España es patética, con un alumnado (al que muchos borregos llaman la “generación mejor preparada de la Historia de España”, ja, ja, ja…) inculto, ignorante y manipulado políticamente, con unas instituciones incapaces, obsoletas y faltas de recursos y con un profesorado ninguneado, desmotivado, más preocupado por las vacaciones que por enseñar, despojado de dignidad y autoridad. Crisis en las políticas de inmigración; en Cataluña, donde el fascismo se impone y donde otrara fuera una Comunidad de las más ricas ha pasado a ser de las más intolerantes y sucias; del País Vasco, con su nazismo y reino de terror impuesto por ETA y PNV; de la falta de actitud del resto de españoles y del avance imparable de la decadencia, la corrupción y el latrocinio, hasta tal punto que España es un paraíso para las mafias, los pederastas y los traficantes de drogas.
Y mientras la crisis se ceba en el pueblo, mandando al paro a centenares de personas al día, con la tasa de desempleados más elevada de Europa, con un Gobierno y una oposición incapaces de frenar esto y sin poder dar soluciones por su ineptitud, con la amenaza de que el Estado inyecté miles de millones de euros de las arcas públicas a empresas privadas y empresarios de multinacionales para que capeen la crisis y puedan seguir con su alto tren de vida, mientras nos hundimos en un neoliberalismo atroz y una decadencia absoluta del pueblo español ahogado en drogas y alcohol, mientras ocurre todo esto me pregunto. ¿Y qué hacen los sindicatos?
¿Dónde están José María Fidalgo y Cándido Méndez, esos “lideres” abanderados de los trabajadores? Porque hasta ahora no se les ha visto quejarse ni hacer oposición a los planes (a los que tenga) del Gobierno para atajar la crisis, ni se les ha escuchado manifestarse ni armar concentraciones o echarse a la calle para protestar, o encerrarse en iglesias en huelga de hambre, no digamos ya efectuar declaraciones en universidades o campos de fútbol repletos de desempleados. No, a estos sectarios, mercenarios del Gobierno, se les ha visto en mítines del PSOE, en tertulias amigables con Zapatero, en comidas (que las pagan los sindicatos, por supuesto) con los ministros, en sus coches o pisitos de lujo, cobrando sueldos y subvenciones del Estado, con sus estómagos bien saciados y con la conciencia bien sobornada por Zapatero y el Gobierno. Eso sí, hacen muchas declaraciones contra la oposición y amenazan con ir a la huelga contra la oposición, lo que no deja de ser patético, pero es que este país esta lleno de eso: de patetismo audaz.
Es inconcebible que líderes de sindicatos que defienden los derechos de trabajadores se codeen con los gobernantes, cobren jugosos sueldos y subvenciones gubernamentales. Es increíble que mientras el paro sigue engordando con nuevos despidos estos señores estén de fiestas, comidas y viajes todo costeado con los dineros de los sindicatos o por el Gobierno que, señores, es dinero público de todos. Es repugnante que el mercado empresarial español este cayendo poco a poco en políticas atroces de capitalismo feroz y agresivo y estos señores organicen parrilladas y merendolas por toda España o se dediquen a tocarse el ombligo. Es vergonzoso que haya más de un millón de ilegales en España trabajando casi como esclavos, y millones de españoles que no sepan lo que es ganar mil euros de sueldo y estos señores vivan existencias de lujo cobrando elevados sueldos y sobrecitos del PSOE. Es deprimente que la calidad del trabajador español este por los suelos, que las empresas marchen al extranjero en busca de mano barata y esclava y estos mercenarios mientras tanto gobiernen sus respectivos sindicados con mano déspota, tirana y totalmente partidista, llenando los puestos claves de los sindicatos de amiguitos, amiguitas y demás ralea y calaña sectaria propia de estos señores.
Vendidos y desleales señores José María Fidalgo y Cándido Méndez, son ustedes unos miserables que si tuvieran un mínimo de decencia dimitirían de inmediato, pero pedir eso en España es como pedir que reine la cordura en el mundo entero. ¿Para qué tanta sangre obrera vertida en miles de manifestaciones, luchas y reivindicaciones? ¿Para qué entonces los siglos de lucha, de represiones y de injusticias solucionadas? ¿Saben ustedes que manchan con su actitud vil, canallesca y vendida la digna y noble palabra “obrero”? Todos los éxitos cosechados, todo lo ganado a costa de sudor, lágrimas y sangre en estos últimos cien años se viene abajo por la patética actitud de estos dos mercenarios que han emborronado uno de los éxitos sociales más impresionantes de la Historia de la Humanidad: el de los derechos de los trabajadores.
A Graco le mataron senadores y políticos ricos, despreocupados por el pueblo, y esos son Zapatero, Rajoy o Ibarreche entre otros, pero también fue traicionado y vendido a los patricios por sus más íntimos en la lucha contra la injusticia, y esos no son otros que ustedes, señores José María Fidalgo y Cándido Méndez. Y mientras Graco caía en el Foro con la cabeza partida y los senadores y traidores despedazaban su cadáver, el pueblo, ese pueblo por el que tanto lucho, no movió ni un dedo para defenderlo. No olvidamos, no perdonamos. La Nave Mundo es cruel, es rencorosa y el poder de la ira nos hace funcionar. Fin de la entrada. LOBO.
Epílogo: En el momento de cerrar esta entrada, acabo de saber que Zapatero ha inyectado 10.000 millones de euros al mercado bancario para paliar la crisis y evitar que las grandes empresas quiebren. ¿Significa esto que la mercería de mi barrio que ha cerrado por quiebra recibirá parte de esos 10.000 millones? ¿O el restaurante? ¿O la panadería? ¿O la pescadería? Y este es el presidente que se llama a sí mismo presidente del pueblo, señores. Dinero público para los gordos empresarios, esos mismos que nos han llevado a la crisis. Y luego nos reímos de los americanos…