viernes, 3 de octubre de 2008

DIARIO DE GUERRA. Entrada 013.

La estupidez de unos cuantos que profesan cierta religión. Iniciando transmisión+++ Datos entrantes+++ Acceso confirmado+++ Desde hace mucho tiempo los tripulantes de la Nave Mundo venimos advirtiendo del peligro que supone la radicalización del Islam en ciertos países y como cada vez más el fanatismo y la intransigencia se adueñan de una religión que hace siglos fue la cuna de la cultura y ahora es de la barbarie y la sinrazón. Esta muy de moda en los tiempos que corren y con los idiotas que pululan por Occidente, cargar contra la Iglesia Católica y decir que es muy mala y la culpable de los males que azotan al mundo; y se carga contra la Iglesia Católica a la vez que se da libertad de actuación sin límites al Islam y se alaba una religión que claramente involuciona y se vuelve más intolerante y fanática. Se desea erradicar las iglesias y conventos de España, pero se autoriza a construir mezquitas y templos islámicos; se busca la desaparición del catolicismo en los colegios públicos pero se quiere enseñar el Islam en dichos colegios. El tirar piedras al propio tejado o mear en el patio de uno es una costumbre muy española y altamente destructiva, a la par que no se pueden defender los derechos de una cultura negando a su vez los de otra.

Muchos líderes religiosos islámicos, y muchos políticos, dictadores, reyezuelos, jeques y magnates del petróleo, llevan desde hace décadas promulgando la Guerra Santa contra España para reconquistar el Al-Ándalus, y hace poco en la cadena Al-Quaeda salieron varios lideres religiosos comparando la liberación de Irak con la reconquista de Al-Ándalus; aquí, mientras tanto, seguimos persiguiendo curas, monjas y obviando el peligro. Por si alguien se piensa que peor no puede estar la situación, os recomiendo el artículo de MÓNICA G. PRIETO que publicó en su blog y que más demencial no puede ser. Con el permiso de Mónica, pues para eso me lo ha mandado, aquí os lo pongo:

Mónica G. Prieto desde Beirut, 28 de septiembre de 2008.
Muchos hemos hablado en este blog de las fatuas extravagantes emitidas por algunos de los más insignes clérigos de Oriente Próximo, pero la actualidad obliga a retomar el tema. En esta ocasión, el edicto islámico de la discordia no invita a acabar con los cruzados occidentales ni a asesinar a los dueños de los canales de televisión que programen contenidos “inmorales”. Tampoco prohíbe observar un eclipse solar, celebrar cumpleaños o que un matrimonio mantenga relaciones sexuales sin ropa. Se trata de algo mucho más desconcertarte: Mickey Mouse, referente de varias generaciones de niños de toda clase y religión, debe morir.

Lo ha dicho el sheij Mohamed al Munajid, uno de los clérigos saudíes más conocidos gracias a sus intervenciones en la televisión local y antiguo diplomático del reino wahabi en Estados Unidos. Seguramente de su paso por Norteamérica, gran aliado occidental del régimen fundamentalistas wahabi, le viene su fijación con el ratón más conocido de la Historia, aunque el motivo que alega para incidir en la necesidad de exterminar a Mickey se basa estrictamente en motivos religiosos.

“La Sharia (ley islámica) llama a la eliminación de todo ratón. Eso incluye todo tipo de roedores y también al famoso dibujo animado”, afirmó la semana pasada, incidiendo en que los ratones son “agentes de Satán” aunque sin aportar claves acerca de cómo acabar con un personaje de ficción.

Al Munajid es conocido por sus estrafalarias intervenciones televisivas, en las que ha llamado, entre otras cosas, a criticar la libertad de expresión como paso previo a la libertad religiosa (inaceptable a su juicio), a desaprobar la Copa del Mundo de fútbol dado que los jugadores “corren medio desnudos tras un trozo de piel hinchada” y a condenar los Juegos Olímpicos con el argumento de que “nada hace más feliz al demonio que los biquinis” de las deportistas.

De ahí que no haya extrañado su ofensiva contra el personaje de Walt Disney, al que acusa de querer fomentar el amor universal por los roedores, esas criaturas satánicas. “Los niños ven a los ratones adorables y bonitos gracias a dibujos animados como Tom y Jerry o Mickey Mouse”, añadió durante su intervención televisada. “Mickey se ha convertido en un personaje impresionante, aunque según la ley islámica debe morir en cualquier caso”.

Una fatua es la respuesta de un experto en Derecho Islámico a una pregunta relativa a su disciplina, pero la proliferación de este tipo de edictos que pretende regular los asuntos más peregrinos de la vida de los musulmanes por parte de clérigos no tan expertos en la materia consultada recaban críticas entre algunos religiosos y hasta enfrenta a los promotores de la fatuas.

El surrealista llamamiento a exterminar a Mickey Mouse obtuvo una inmediata respuesta de Suad Saleh, autoridad religiosa femenina egipcia y responsable de un programa televiso encargado de estudiar y promover el conocimiento de las fatuas. En declaraciones al Egyptian Gazette, Saleh puntualizó que semejantes decretos “manchan la imagen del Islam” y recordó que “un edito debe basarse en el conocimiento, la lógica y la razón”, pero admitió que los roedores, en general y según el Islam, deben morir (o sea, es igual de fanática, pero un poquito menos). “Los ratones deberían ser exterminados según las enseñanzas islámicas. Pero es ilógico tratar a un dibujo animado como un ratón vivo y matarlo”.

Es probable que Al Munajid ni siquiera repare en las observaciones de su colega, dado que muchos clérigos no reconocen a las féminas el derecho a emitir edictos u opinar sobre ellos, si bien el sheik también saudí Abdala al Mannei , miembro del Consejo de Ulemas saudíes —la institución religiosa más importante del reino wahabi— reconoció recientemente en declaraciones al diario local Al Watan que las mujeres “son iguales al hombre en lo que se refiere a misiones religiosas y tiene el mismo derecho a ejercer la iftá” (emisión de edictos islámicos).

Las sillas también deben morir. Pero su fatua, así como otras muchas no menos peregrinas, sí hace que muchos musulmanes reflexiones sobre la supuesta sabiduría de sus responsables religiosos, como le ha ocurrido al director del diario kuwaití Al Qabas, Talal Abdul Karim Al Arab, quien el 19 de septiembre escribía los siguiente. “Muchas fatuas despiertan sospechas, mostrando claramente que una mano oculta formula cuestiones de manera tan diabólica que confunde a los clérigos y les lleva a decretar fatuas alocadas, especialmente cuando tratan de cuestiones científicas o asuntos sobre los que los religiosos no saben nada (…) Estos edictos incluyen decretos que acusan de blasfemia a quienes digan que la Tierra gira, prohíben el aprendizaje del ingles o los saludos militares. Hay incluso una fatua que prohíbe sentarse en las sillas (…) afirmando que “el factor más peligroso y corrupto que infecta nuestra nación es la silla (…)”.

Según este edicto citado por Al Arab, “la comodidad que supone una silla, que hace del sentarse algo relajado e invita a la mujer a abrir las piernas, es conflictiva porque así las mujeres pueden tomar el control de los hombres”. De ahí que el promotor de semejante edicto religioso, a quien el director de Al Qabas no cita pero probablemente sea kuwaití, llamase a “cumplir el deber yihadista y condenar este fenómeno, así como transmitir el mensaje a las autoridades y destrozar las sillas de las escuelas, hospitales y cualquier otro lugar donde seculares, decadentes, heréticos y blasfemos pongan sillas para seducir a la nación y corromper su fe. Destrozar sillas y quemarlas es uno de los caminos a la Yihad”.

Como ven, lo de Mickey no era lo peor.

En fin, ¿da, o no da miedo? Como último detalle, añadir que en el mes pasado de septiembre varios varones musulmanes fueron condenados a morir ahorcados en Irán y en la parte controlada por los talibanes en Afganistán por los “crímenes” de sodomía y atentado a las leyes de Alá (es decir, eran homosexuales). Pero tranquilos, porque el año que viene, en el Día del Orgullo Gay en Madrid, saldrán ellos y ellas con carrozas y pancartas a meterse con los “malvados” sacerdotes de la Iglesia Católica y de estas cosas relacionadas con el Islam no se dirá ni una sola palabra; así de concienciados y valientes son. No sé ustedes, pero en estas cuestiones los de la Nave Mundo también lo tenemos muy claro y no perdonamos, no olvidamos y aguardamos nuestro momento.

El peligro es cierto y muy real, quien no quiera darse cuenta que luego no llore. Fin del informe. LOBO.